Mercedes Shakaim artesana de manillas, collares, aretes en semilla y mullos.
Sobre ella
Soy de la parroquia Sevilla Don Bosco, soy artesana y profesora en artesanías shuar y mullos, vengo trabajando 26 años en las artesanías, me ha ayudado mucho y hasta ahora no he dejado de trabajar, tengo 65 años de edad, me siento orgullosa de seguir trabajando, por mi trabajo me siento joven, pero por mi edad ya estoy de bajada. Hasta ahora y con la edad que tengo la artesanía me ha dado mucho beneficio, también he sido el sustento de mis hijos, fui padre y madre de mis seis hijos, me abandono mi esposo por irse con tres mujeres, eso no me gusto y le dije que yo no necesitaba su cochino dinero porque yo sola voy a sobresalir y dar educación a mis hijos y morir sonriente el día en que mis hijos tenga su profesión y he cumplido hasta ahora y sigo trabajando, ahora solo para mi porque mis hijos tienes su profesión, su trabajo, se han hecho de pareja y ahora me he quedado sola y seguiré trabajando con las artesanías, porque dios me dio la sabiduría y la inteligencia y esa memoria que hasta el momento sigo trabajando y yo trabajare hasta que Dios cierre mis ojos.
Su trabajo
Yo aprendí cuando estuve en el colegio, aprendí bordando, a mi nadie me enseño, no recibí ni un curso, ni un taller, yo sola con mi creatividad pensé en trabajar, dije voy a intentar trabajar con las semillitas, empecé trabajando con semillas de sandía, de melón, durazno y así empecé a trabajar. Empecé a trabajar con collares de un hilo, iba a las instituciones, recorría y me compraban antes porque no había competencia, solita trabajaba en eso y me fue bastante bien y así yo sacaba los modelos de acuerdo a mi creatividad, me imaginaba un modelo y me salía, a la gente le gusto lo que yo trabajaba. No quise cerrarme a mi trabajo, trabaje mucho en Quito, me fui a la Politécnica Salesiana, en el Museo Abya Yala, allá me invitaban porque me fueron conociendo, más me invitaban a las ferias, en Quito salía a los parques a vender mi trabajo, ahí me fue conociendo mucha gente de las instituciones, iba a todo lugar, no había competencia, de las personas que compraban empezaron a tejer en mullos, empezaron a copiar en mullos, donde mas vendía era en la Mariscal, en el parque El Ejido, cuando estuve trabajando allá me conoció un ingeniero llamado Francisco Jácome, el me invito a dictar un curso en Coca, la gente de Coca no sabía de artesanías, solo los quechuas trabajaban en un solo hilo con dientes de jabalí, trabaje un mes en Coca y enseñe música, danza, artesanías, en semilla y mullo, pero todo de mi creatividad, hacia collares anchos, collares de tigre y muchos me han agradecido, me han llamado para que vaya a visitar pero no he ido hasta el momento.
A mi nadie me ha ayudado, ninguna institución, lo único cuando empecé a recibir el bono me llamaban del MIES, me invitaban a ferias y cuando escuchaba que había ferias en Macas y no tenia invitación yo me iba y me recibían, ahí exponía mis trabajos, no ha habido instituciones que me han ayudado, hasta el momento trabajé y salí sola.
Me gusta mucho ser artesana, soy feliz, me siento orgullosa porque eso me dio dinero para sacar adelante a mis hijos con los trabajos que yo he hecho y me siento feliz porque mis hijos tienen su profesión y moriré feliz.
Mercedes Shakiam
Deja un comentario