Jenny Rodriguez: 9 años trabajando trajes típicos de mullos, semillas, plumas e hilos naturales.
Tengo dos niños y mi esposo que ha sido mi compañero de vida, de batalla, tengo hoy 31 años, a los 28 años me detectaron cáncer de mama, el emprendimiento que ahora llevamos surgió desde el año 2018, este es ya mi sustento de vida, mi diario vivir de donde nos alimentamos fuera del trabajo, los gastos incrementaron debido a mi situación de salud, entonces este ha sido el sustento de mi familia. Antes trabajaba en artesanía con mi mamá, esto no era de lo que vivía, era solo algo que me apasionaba, trabajaba en una cooperativa de taxis como operadora durante diez años, a partir de mi enfermedad deje este trabajo y mi emprendimiento se ha vuelto mi sustento.
Sus inicios:
Cuando tenía 12 años entre al colegio artesanal Sucúa y pensé que nunca me iba a servir porque no era algo que me apasionara, es de tres años esta carrera, la academia ahora ya cerro, aprendí a coser y me gradué como maestra de taller pero no lo ejercía, mi mama igual sirvió el corte, no trabajo con telas, con ropa, pero si me sirvió para crear los trajes de las culturas, tener idea de cómo diseñar un brasier o una falda que cortes debe tener, que medidas debo tomar, entonces yo trabajo mis conjuntos con tela y con semilla natural. La semilla natural a veces nos ha tocado meternos en la selva a buscar porque está ahí, en los árboles, paso por alguna finca y veo una semilla que puede servir entonces nosotros la hacemos ser útil. Todas las semillas tienen su temporada entonces como ya vivimos de esto y trabajamos el periodo del año entero y así vamos adquiriendo y guardamos las semillas para las temporadas en las que no hay.
Este arte es herencia, es un legado de mi mama, ella empezó trabajando en la federación shuar con la gente nativa y a partir de los años ella fue mejorando el arte, como tenía conocimientos de arte y confección fue creando, diseñando nuevos modelos, ahora tenemos la facilidad del taladro, antes era con un agujón caliente que se perforaba la semilla y así empezó, así empezamos, ella haciéndonos perforar la semilla, algunas semillas cocinándolas o lavándolas, ella nos enseñó el amor por el trabajo, como ella decía no tenía otra forma de sustentarnos, somos 6 hermanos e íbamos ayudando, hay un tejido de hilo natural que se llama pita, entonces con ese hilo empezamos a hacer manillas, en ese tiempo se valoraba muchísimo más la artesanía, los turistas frecuentaban más entonces por lo tanto se vendía mucho más. Ahora dedico a tiempo completo la artesanía, mis hijos y mi casa, como trabajo en casa ahora es a tiempo completo.
No he recibido ayudado de instituciones, yo hice un crédito en una cooperativa para poder comprar mis materiales, taladros, agujas, esmeril que se utiliza ahora, las semillas, telas, los mullos porque también trabajo con eso, para adquirir esto se necesita inversión y lo hice a partir de un crédito, el municipio nos invita a ferias pero no es que sean tan frecuentes, no es un periodo continuo, también nos inscribieron al RUAC para Macas, es la primera vez que una entidad pública se acerca a inscribirnos, todos los años que yo he trabajado en esto no había pasado.
Su trabajo actualmente :
Desde el año 2018 vengo trabajando sola, pero trabajando con mi mamá desde hace quince años, amo ser artesana, es una pasión, no es una obligación, todos tienen un horario en sus trabajos entrada y salida, en cambio cuando a mí me nace el crear espontáneamente lo hago, pasan las horas y no se siente, no es un trabajo estresante con una oficina, rindiendo cuentas a alguien, y trabaje en una oficina durante diez años y se lo estresante que puede llegar a ser y la obligación que conlleva, y ser artesana es amar lo que haces, hacerlo con tal facilidad que llegue a gustar a las personas, a los clientes, cada momento es para crear, es algo natural que nace, no hay un pasado ni un futuro, por más que exista la tecnología, el hacer artesanía, el trabajar con las manos es maravilloso.
Elaboramos lo que son accesorios en mostacilla para eventos de reinas, este año no lo pudimos vivir pero esta época es la más fructífera para mí como artesana donde se viste a las reinas, aquí cada provincia, cantón y parroquia elige a su reina entonces he tenido la oportunidad de trabajar con grandes personas que se desenvuelven en este ámbito, ha sido un privilegio para mi trabajar con directores de baile, poder vestirles, trabajamos con grupos de danza típica cultural shuar, recreamos otros tipos de vestuarios en semilla para otras culturas y también trabajamos en pluma, pero ese no es mi fuerte por lo tanto yo me dedico a mi área.
Un artesano es aquel que trabaja con el alma, quien no pone precio por lo material, es por el tiempo por el amor que le puso, un artesano es embellecer algo tan sencillo, hacerlo maravilloso para alguien, para esa persona, para verlo lucir de tal forma, un artesano es arte, una belleza.
Jenny rodriguez
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