Georgina Tapia, artesana de Sucúa
Soy artesana del cantón Sucúa, trabajo veinticinco años en la artesanía trabajando con semillas, plumas e hilos naturales. Yo empecé porque en ese tiempo no había trabajo para la mujer, existía el machismo y para nosotras no había trabajo, mi hermana me enseño y empezamos perforando la semilla con aguja caliente, era muy difícil, ocho años trabajé de esa forma hasta que pude conseguir un taladro, desde ahí el trabajo es un poco más fácil.
De mi trabajo he dado el estudio a mis hijos, en ese tiempo era muy bueno, recibíamos ayuda y vendíamos bien, a partir que empezó la pandemia el trabajo ha ido decayendo y dejaron de apoyarnos las instituciones, los municipios para salir a vender o que los turistas venden a conocer y puedan comprar las artesanías, a veces nos da ganas de dejar esto, aunque nos llena de tristeza porque esto ha sido mi vida, me encanta, me gusta y debo ver la manera de sacar el sustento para la familia.
Ahora por la pandemia me dedico a preparar comida en Tiwintza desde noviembre, espero que Dios me siga guiando eso ha sido mi hobbie, preparar la comida, los ayampacos con nuestros productos naturales porque la artesanía ha decaído mucho. La artesanía la elaboramos en casa, con la familia, agradezco haber trabajado con la fundación Atasim, igual con los municipios de Sucúa, Tiwintza, Taisha, con el consejo provincial, SECAP.
Ser artesana es lo que elaboramos con las manos, eso es artesanía, es algo especial que nace de nosotras, tenemos esa habilidad para crear con las manos, necesitamos de alguien que nos ayude a vender, recientemente tenemos una página web para vender los producto pero ha sido muy poco, no es suficiente para poder salir adelante, la pandemia nos perjudicó porque vivimos del día a día y si no se vende no se come entonces ha decaído mucho, los turistas ya no llegan a comprar y lo que más adquieren es la comida.
En mi local de comida también tengo mis artesanías, hay clientes que llegan y les gusta y también van comprando, todo lo que los clientes me piden lo trabajo, lo hago de poco por ejemplo las manillas, collares, monederos, lo que he dejado de hacer han sido los trajes típicos, trabajo lo que es bisutería y para esto me inspiro en la elegancia de la mujer para resaltar la belleza de la mujer.
La materia prima conseguimos con la cultura shuar, ellos nos venden las semillas que son la cumbía, chira, etze, nupi y otros, y las plumas conseguimos en el zoológico y también es una ayuda para poder alimentar a los animales del zoológico, nosotros ya no compramos como antes se mataba a los animales para vender, a veces son muy pocas las plumas que conseguimos y lo que hacemos es escoger las plumas más bonitas de los patos, gallinas, gallo y recopilamos para poder elaborar. Para conseguir las semillas debemos esperar las temporadas, la cumbía se da dos veces al año, en septiembre y febrero, el etze se da cada cuatro años, la chira depende de cómo se la conserve porque una vez que la cortan tarde de tres a cuatro meses en volver a crecer. A veces la libra de etze llega a costar hasta ochos dólares, pero el problema es que nuestros productos no suben, sube la materia prima pero cuando suben las artesanías la gente no quiere pagar lo que vale, todo elaboramos a mano y eso hace que nuestra vista se desgaste.
La artesanía es un rescate cultural de la gente shuar, en la cultura shuar son muy pocos los que hacen sus propias artesanías y ellos se preguntan cómo hay mestizos que hacemos esto y talvez es porque antes no querían enseñar o se dedicaron a otras profesiones o al campo y olvidaron su cultura. En los cursos que yo he dado incentivo a las personas que se dediquen a esta labor, que si pueden y es algo fácil porque podemos estar en casa con nuestros hijos y no les abandonamos, estamos junto a ellos, no debemos dejarles por un trabajo y ellos también tienen la facilidad de aprender, por ejemplo, a mis niños yo les he dicho cuánto vale una semillita, si se me cae una ellos ya me dicen mira mami se te cayó el pan porque ellos valoran y saben el costo que significa.
Para elaborar un collar me toma unos tres días y media aproximadamente y el material no se ocupa mucho, pero es el precio lo difícil, lo que más vendo son los aretes de pluma porque tiene los colores radiantes y vistosos en este tiempo también vendo los collares de mullo que es lo que ahora se hace. Crear una organización artesanal es muy bueno, siempre y cuando se sepan trabajar en equipo, entenderse, respetar, comunicar y no debe haber envidia como se dice la unión hace la fuerza, para todos hay. En mi familia todos hacemos artesanías, cuando salimos a una feria todos vendemos aun así sea poquito cada uno, no porque seamos hermanos hacemos los mismo, siempre hay una distinción.
¿Cómo es la elaboración de las piezas?
He escuchado de comercio exterior, pero no he tenido de oportunidad de practicarlo muchas veces por el desconocimiento, sería bueno saber de marketing, de contabilidad, aprender como debe ser el servicio adecuado al cliente para así poder crecer. Últimamente la profesión de artesano no ha resultado muy bien, por la falta de ventas las artesanías ya no son valoradas, ya no compran a pesar de que los artesanos aportamos a la sociedad, por ejemplo en las ferias aparte de que la gente va por la ganadería y la agricultura la gente va por las artesanías que exhibimos, que salimos a vender porque quieren ver algo nuevo, innovación porque siempre hay cambios en lo que hacemos, inspirándonos en la naturaleza, la mujer el universo, día a día nosotros nos vamos inspirando en los cambios que se generan en la juventud.
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